GANCHO CIEGO
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El término "gancho ciego" se refiere sobre todo a una modalidad utilizada en el narcotráfico para ocultar drogas o sustancias ilegales, dentro de contenedores de transporte marítimo que contienen mercancía legal.
Al menos esa es la definición clásica o que le dio origen.
Para mayor ilustración, aunque probablemente jamás le llamó así, es lo que hacía el Margarito con el Danielito, allá a mediados de los ochenta, cuando al primero, quien tenis una discapacidad, le ofrecía raíte a Nogales cada viernes ignorando el copiloto que estaba siendo utilizado -como gancho ciego - para que no le molestara ni lo revisaron en ningún reten con respecto a lo que llevaba oculto y llegar sin contratiempo a su destino.
En el ámbito de la seguridad, el llamado en inglés como rip-off es una práctica que se realiza en la forma que ya dije pero con la peculiaridad de que se realiza sin el conocimiento del exportador, importador o el operador logístico que gestiona el envío.
Según los aproximadamente cien asesores que puso a mi disposición el presidente de la corte para consultarlos y salir de dudas, "el nombre proviene de la jerga carcelaria, donde "gancho" se refiere a quien presta ayuda para un delito, y "ciego" porque lo hace sin saberlo o sin conocimiento de la operación completa"
El término se ha globalizado y así es mencionado en Ecuador, Costa Rica, EE. UU , San Miguel de Horcasitas , Caduaño y otros país más.
En pocas palabras, más que un concepto que varía por país, es una táctica criminal generalizada en el transporte marítimo que es universalmente reconocida y combatida por las autoridades aduaneras y policiales
Sin embargo, en Colombia, además de tener dicho significado, también se refiere a una persona que, de manera inocente, ayuda o participa en un delito sin saberlo. Es decir, actúa como un "gancho" (ayudante) pero está "ciego" (ignora las verdaderas intenciones o la ilegalidad de la acción).
En resumen, la frase alude a ser un partícipe inocente en una situación ilícita o engañosa.
Este cambio semántico que a su vez nos lleva a la polisemia quizá tenga una infinidad de significados en otros lados y seguirá teniendo como un fenómeno natural del lenguaje, pero creo que los que prevalecen son los dos principales actores: el que engaña y el engañado. El doloso y el ingenuo. El que sabe todo lo que lleva consigo eso que los transporta y el que ignora en parte o en todo y con su esfuerzo conduce el barco hasta dejarlo en feliz puerto.
Las organizaciones criminales mexicanas han utilizado esta bonita técnica para el tráfico de drogas a nivel internacional.
Unos saben perfectamente bien cual es y que contiene el cien por ciento de la carga de ese transporte marítimo que zarpó hará unas cuantas horas y ya va muy lejos, mar adentro, con respecto de donde esta fondeado o atracado.
Los otros lo ignoran y avanzan locos de contentos con su cargamento, lleno de felicidad porque fueron engaratusados, se les convenció, no se les habló con la verdad, creyeron fielmente en aquellos y cándidamente, llevaron anclas , convencidos de que, allá, encontrarían mejores horizontes.
Los navegantes juraban que llevaban harina, frijol, carros, lavadoras, trigo, coricos , salsas Valentina, chilorio , escamoles, chapulines, plata , baleros , petróleo , máscaras de luchadores ,aguacate, limón, berries, cerveza, tequila, hortalizas maíz, sombreros de charro y resulta que además de eso llevan 100 kilos de coca o iban repletos de hierba mala.
El asunto es que esto de "gancho ciego" y su incontenible transformación como expresión lingüística, fácilmente nos puede llevar a infinitos escenarios en donde uno es el crédulo y otro es el aprovechado o el valido de la ocasión.
Para fortuna en mi país, jamás miraremos esa promiscuidad entre quienes están más que consciente que sus intenciones son otras, nunca lo que dicen de dientes para afuera y los que, no obstante, se lo creen todo, y siguen a ese que los verbea, jurándoles amor eterno y una vida mejor.
Menos pudieran confluir una clase política y narcotráfico tal como si fueran uno solo para agarrar de gancho ciego a toda una población harta de una condición social miserable pero incapaz de darse cuenta que, nuevamente, la están usando para cruzar de lado a lado en esa embarcación, llevando consigo una apariencia discursiva en cubierta, es decir a la vista de todos, pero un mal oliente propósito bajo la manga.
Amén del concepto y los ejemplos, cabría preguntarse en qué momento se percata el engañado de que tienen años viéndole la cara o que tiene que suceder para que pierda la inocencia, se desengañe, empiece a dudar y/o contribuya a descubrir a estos embaucadores.
¿El usado como ganso, perdón , como gancho ciego, reacciona hasta que se percata infraganti de lo que ha estado pasando y en ese instante delata a su victimario o pese a enterarse, confía todavía en él y lo sigue acompañando en otros viajes?
¿Se le advierte de mil formas que se lo están llevando al baile y que su buena fe contrasta con la deslealtad de quien lo lleva ahí y enfurece en contra de quienes le repiten que el rey va desnudo?
¿Nunca se entera que, a lo largo de tantos años y tantas travesías, fue gancho ciego?
Ya habrá oportunidad de responder esto o será la propia victima de gancho ciego quien lo haga. Ignoramos cuando sucederá y si una vez entendido el papel que jugaron se agruparan para alzarse en armas como el ejército de liberación nacional de ganchos ciegos y derrocar a quien los ha venido timando subrepticiamente.
Como toda figura que nace , a partir del uso del habla , en forma espontánea o naturalita , no deja de estar en riesgo de pervertirse o ya no ser un gancho ciego quien creemos que si lo es y resulta que ha estado plenamente consciente de lo que el otro hacia pero a la hora de una captura , de reclamo o de rendir cuentas, tratará de mostrarse como una víctima cuando en realidad es un cómplice o un encubridor pero se vende en lo mediático o frente a una acusación como el que es incapaz de quebrar un plato .
De esa forma, el concepto que era utilizado como una defensa del inocente, se convierte en una cuartada del participante en un hecho delictivo.
Juan Fernando Petro, hermano del presidente Colombiano, estuvo involucrado en una oferta de amnistía a cambio de dinero a un acusado de narcotráfico que afrontaba extradición a EEUU pero este declaró ante los medios de comunicación, luego de hacer una diligencia en las instalaciones de la Fiscalía, que fue utilizado como “gancho ciego”, ya que algunos abogados habrían usado su nombre para ofrecer ventajas a sus clientes a cambio de dinero, asegurando que nunca estuvo, ni fue parte de esas negociaciones.
Como el Danielito habrá muchos, quienes verdaderamente si fueron engañados, pero también como Petro otros alegaran que jugaron el papel de Gancho Ciego.
No obstante, al final todo se sabe o podemos concluir quien es quien si cuando menos leemos estas frases:
“La confianza del inocente es útil para el mentiroso (Stephen King)
“La inocencia se disfraza para ocultar la maldad (Chesterton)
“La verdadera inocencia no teme a nada, mientras que la falsa necesita máscaras (Cicerón, Shakespeare).
Cierto o no, pero ninguno de ellos fue ni gancho, ni ciego .


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