Incrementemos el potencial ecológico con el PLHINO Siglo XXI

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Hemos dicho que con el PLHINO Siglo XXI, podemos cambiar positivamente el semblante ecológico de la región noroeste, que comprende desde la parte media de Nayarit al sur de Sonora.
Incorporar por medio de sistemas de almacenaje, trasvase y regulación más de 7 mil millones de metros cúbicos de agua, que ahora retornar al mar -sin tener un mayor impacto positivo sobre la masa continental- es una intervención que indudablemente incrementará el potencial de vida en toda la región y tendrá sus consecuencias favorables para el país entero.
Aumentar la masa verde, llevando agua desde donde retorna al mar, a las regiones semidesérticas ha sido una característica civilizatoria, orientada al incremento del potencial de los ecosistemas para favorecer los procesos vivos, relacionados con el ámbito vegetal y animal.
Como lo sostuvo el biogeoquímico Vladimir Vernadsky, el hombre no está reducido al reino animal, no es pues un agregado horizontal en la biósfera; más bien su condición pensante introduce el reino de la noosfera que puede comprender la causa e intención de la vida y convertirse en el principal colaborador para que los procesos vivos se intensifiquen en todas sus formas.
Hay ejemplos históricos y contemporáneos, que documentan que se pueden revertir los procesos de desertificación y densificar los ciclos hidrológicos. El caso del Río Nilo, emblemático de la prodigiosa cultura egipcia, que por milenios ha sustentado la vida en el norte de África, recientemente, con el proyecto denominado "Nuevo Delta" ha pasado a ser ejemplo mundial, al convertir una área desértica de un millón de hectáreas, en tierras cultivables.
El PLHINO Siglo XXI, llevaría agua a la parte semidesértica del norte de Sinaloa y sur de Sonora, favoreciendo con ello las posibilidades de extender la masa verde sobre la región costera, propiciando aumentos en las columnas de humedad que incidirían en la atracción de mayor lluvia, rompiendo así con la recurrencia de los episodios de sequía, mejorando el ciclo hidrológico e impidiendo el avance de la desertificación.
Junto a ello, una mayor disponibilidad de agua en la región, permitiría darle cumplimiento a la cuotas de los caudales que alimenten los ecosistemas de los humedales sobre la parte baja de las cuencas, mayor vida animal con los almacenamientos de los nuevos embalses, principalmente piscicultura para la alimentación humana; agua para las ciudades de la región, que cubra los requerimientos de consumo directo y los relacionados con los servicios y la industria.
Pero lo más importante, fundamental y estratégico, es que fortalecería las capacidades en la producción de granos básicos de Nayarit, Sinaloa y Sonora, reduciendo la dependencia alimentaria del país.
Transformemos positivamente el equipotencial ecológico del Noroeste de México, con la construcción del PLHINO Siglo XXI, disminuyendo la desértificación y fortaleciendo los ciclos hidrológicos en la costa del Pacífico.
Cualquier enfoque ecológico, que en "defensa de la naturaleza" desprecie el crecimiento económico, el crecimiento de la población y su bienestar; favorezca la desertificación y denoste la producción de alimentos, no tiene nada que ver con la defensa de la vida y de los ecosistemas. Se podría tratar de visiones ingenuas, aprovechadas por intereses que maliciosamente usan la "envoltura verde" para imponer políticas económicas neoliberales que atentan contra el bienestar general.
Desde el Valle del Yaqui, Ciudad Obregón, Sonora 11 de junio del 2025
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