¿Y si los influencers tienen razón?

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Hace unos días, apareció en mi ‘time line’ una imagen del alcalde Antonio Astiazarán rodeado de un nutrido grupos de hombres y mujeres jóvenes, en el rango de millennials y chavorrucos, todos ellos y ellas creadores de contenido. El alcalde agradecía en el pie de foto el trabajo de los allí presentes para difundir su obra de gobierno.
Y está bien.
Su servilleta, que ya está cruzando la frontera del chavorruquismo no pudo menos que sentirse, por decir lo menos, extemporáneo. Y es que al único que pude identificar en esa foto es al buen Gallo Negro que, me consta, es un tipo muy aplicado y trabajador en lo que hace, que es la comedia y la publicidad de negocios dedicados a la gastronomía, pero no solo a ello, sino que su cartera de clientes es mucho más amplia.
Del resto, dicho sea con el debido respeto, no tengo la más remota idea sobre su identidad o su trabajo, aunque entiendo que se mueven en el mundo de las redes sociales donde seguramente son exitosos.
Al menos en X (antes Twitter), a los aludidos no les fue bien, pero hay que considerar que X es el reducto donde se concentra lo más granado de la crítica ácida, demoledora y sanguinaria. De huevones, arrastrados y come-cuando-hay no los bajaron, lo cual me pareció un exceso.
Días antes, un amigo que también peina canas y que ha sido observador de la cosa púbica desde las últimas tres décadas del siglo pasado me soltó a boca de jarro una pregunta que me dejo patidifuso por unos instantes:
-De entre la clase política en Sonora actualmente –me preguntó– ¿qué personajes crees que tengan la capacidad intelectual, el bagaje cultural, la contextura moral y política para considerarse hombres o mujeres de Estado?
La pregunta tenía que ver con una plática sobre la sucesión gubernamental ya en marcha y me obligó a pasar revista de la cartelera política en boga. Confieso que la pregunta me tomó desprevenido y alcancé a mencionar dos o tres que, a juzgar por su expresión, no parecieron convencerlo mucho, por lo que intenté una ruta de escape que quiso ser decorosa.
Es que la política se ha frivolizado mucho –aventuré–, y ahorita no es el concierto de las ideas o las propuestas lo que busca permear las conciencias, sino los ‘likes’, las ‘vistas’ o las ‘reproducciones’ en redes sociales, y por ello buena parte de la clase política opta por aparecer al lado de un cantante famoso, una actriz reputada, un deportista glorioso o un(a) influencer que está en boca de todos (y esto también es un decir).
Todo esto se me vino a la cabeza ayer que vi a mi compa Aarón Grageda, candidato a la rectoría de la Universidad de Sonora coprotagonizando un video con un grupo de ‘influencers’ (que honestamente no tengo ni puta idea de quiénes se trate, pero que a decir del propio candidato ‘la están rompiendo en redes sociales’) en un sketch para mi gusto un tanto ridículo. Pero insisto: lo que yo piense al respecto no vale porque tal video ya tenía 72 mil reproducciones en Facebook, cifra que equivale a más del doble de la población estudiantil de la Unison, ‘target’ al que supongo, va dirigido el video.
El grupo de influencers está compuesto por tres jóvenes y una joven que jamás serían contratados por alguna marca de productos para adelgazar, salvo como los ‘antes’, pero que entiendo, son súper famosos. En alguna parte del video, uno de ellos, el más gordito camina como si anduviera cagado, pero en realidad lo que trataba de ilustrar es que se le irritaron las ingles de tanto caminar porque no hay en la Unison un buen sistema de movilidad para los estudiantes, lo cual es cierto.
Pero cuando se hace esa revelación, aparece sorpresivamente Aarón Grageda esgrimiendo su propuesta para resolver el problema de movilidad estudiantil.
Y el esquema se repite en varios temas que aquejan a los estudiantes de la Unison.
Juro por Dios y por Marx que el Aarón me cae bien, lo conozco desde hace décadas, le respeto mucho su formación académica y creo que busca legítimamente dirigir los destinos de nuestra Alma Mater.
Pero cuando vi el video me asaltó la duda. ¿Será que la comunidad estudiantil de la Unison sea fan de Los Kakamas Show y con este genial video Aarón Grageda se echó a la bolsa el voto mayoritario? Puede ser, ¿Por qué no?
Imaginé también al Colegio Universitario, el máximo órgano de gobierno en la Unison y la instancia que definirá finalmente quién será el nuevo rector o rectora observando con detenimiento y extrema atención dicho video para definir su voto y las cuentas no me salen.
Claro, siempre existe la posibilidad de que yo esté equivocado y en el Colegio Universitario los Kakama Shows tengan tanta influencia –como influencers que son– que tan creativo sketch defina finalmente su voto a favor de Aarón Grageda y sea él, definitivamente el indicado para ocupar la rectoría durante los próximos cuatro años.
Porque aunque usted no lo crea, chavorruco lector, boomer lectora, milllennial sin Twitter, gente hay que con maestrías y doctorados alimentan sus decisiones políticas con una historia de Whatsapp, Facebook, Instagram o con un Tik Tok.
Personalmente, yo no lo hago, pero eso es irrelevante porque ante la marejada de ‘likes’ en redes sociales hasta las mentes más brillantes en la docencia, la investigación y todas las labores sustantivas de la Universidad pueden hacer la ola típica del graderío virtual y decir, sin vacilaciones ni dubitaciones: ¡Este es el bueno!
Porque ¿qué tal si los influencers tienen razón?
II
Entiendo que el vacacionista lector, la apátrida lectora aprovecharon el puente y se tiraron a perder rumbo a algún destino de playa o bien, abdicando de cualquier examen de la renegociación del T-MEC y el conflicto arancelario procedieron a dejar temblando la Ross y las tienditas de dólar, en un deleznable acto de entreguismo al imperialismo yanqui mediante el cual se gastaron todo lo que les sobró del viaje al Zócalo capitalino a donde fueron a corear consignas a favor de la independencia, la soberanía y el no injerencismo, porque la patria se defiende. ¡A huevo!
Pero no todos son así, no crean. Ahí tienen por ejemplo al gobernador Alfonso Durazo, que en pleno puente andará por las tierras del Tío Sam, concretamente en California, pero no para pegarle al shopping de rigor, sino para reunirse con actores clave en el ámbito político empresarial, comenzando por el gobernador de aquel estado, Gavin Newsom.
Esta gira del mandatario sonorense que se llevará a cabo los días lunes y martes de esta semana tiene una agenda relacionada con la innovación, la educación y la sustentabilidad.
Con el señor Newsom formalizará un acuerdo de cooperación que posicionará a Sonora como un socio clave en la transición energética de América del Norte, buscando acuerdos con el estado de California, que es nada menos que la quinta economía en el mundo y líder en acciones contra el cambio climático, tema que en México se ha venido trabajando a partir del Plan Sonora de Energías Sostenibles.
Como parte de la agenda a desahogar en aquel estado, se puede mencionar los encuentros con el presidente de la Asamblea de Caifornia, Robert Rivas; el presidente Pro Tempore del Senado, Mike McGuire, y la presidenta de la Cámara de Comercio de California, Jennifer Barrera con quienes abordará temas de inversión, comercio y movilidad empresarial.
En esta gira habrá encuentros con legisladores de la bancada latina del Capitolio de California.
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